tarea 10: Alaniz Huerta

CAPITULO II
EL CONTEXTO SOCIOEDUCATIVO DEL SIGLO XXI: ENTRE EL PESO DEL PASADO, LA RESPONSABILIDAD DEL PRESENTE Y LA INCERTIDUMBRE DEL FUTURO.
EN “EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL. ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS HACIA EL TERCER MILENIO” DE ANTONIO ALANÍS HUERTA

COMENTARIO:
El texto comienza por mencionar el proyecto de modernización educativa que en la década de los noventa, cuando el autor escribe, se está proponiendo.Para justificar tal proyecto, el autor hace un breve análisis histórico del Sistema Educativo Mexicano, desde los años 60, con la rebeldía de los jóvenes y las ansias de cambio, los 70s y 80s en donde los programas se ordenan por áreas y los 90s, en donde vuelven las asignaturas. También se hace un bosquejo histórico de la formación docente, desde el tiempo de Vasconcelos y el “apostolado” de los maestros hasta convertirse en una “profesión” como cualquier otra, en donde la remuneración es más importante que la ayuda a la comunidad.
Después se hace énfasis en la llegada de la tecnología en los 80s, principalmente, lo que hace que todos los campos de la vida cambien sus procesos, incluso el educativo. Es por eso que el autor hace un llamado a la capacitación permanente y al cambio de las Instituciones Educativas que se verán envueltas en la Sociedad del Conocimiento.
En nuestros días, 11 años después del comienzo del s. XXI, hemos visto que ha llegado la Sociedad del Conocimiento, pero que nuestras instituciones educativas, sobre todo las de nivel básico, no han cambiado mucho, se está en el proceso, pero no tenemos ni el hardware (la infraestructura), ni el “software” (entendiéndolo como la base intelectual de los profesores), ni el software, literal, de programas específicos para el sistema educativo, para caminar en este nuevo paradigma. Es una época de cambio de las prácticas tradicionales salpicadas de un poco de tecnología.
Las nuevas generaciones de niños y jóvenes ya están dentro de este movimiento tecnológico, faltan solo algunos años para que desbanquen a esta generación, y apliquen la tecnología con toda naturalidad en las prácticas educativas.
Algo que creo que nos da bastante luz sobre nuestra experiencia docente, es lo que Kilpatrick menciona: aprendemos lo que vivimos en el grado en que lo vivimos, no aprendemos nada al menos que lo vivamos.Sólo se aprende lo que se vive con el pensamiento, el sentimiento o la respuesta corporal.
Entonces hay que vivir la tecnología, para aprenderla.