En el tema “La isla mas grande del mundo” se hace mención a la violencia del narcotráfico, la pobreza y la migración, y el nacionalismo, además del futbol, que nos evoca sentimientos de amistad y de esperanza, ilusa, pero esperanza al fin.
Las lecturas nos remiten a la realidad mexicana. Dos de los problemas mas apremiantes de resolver en nuestro país son: la violencia encarnizada de los carteles del narcotráfico y de las autoridades policiacas mexicanas, que nos han metido en un mundo de guerra, del cual quisiéramos salir; y la pobreza que ha provocado la emigración de muchos de nuestros paisanos al “otro lado”, donde viven en muy malas condiciones, todo con el fin de “mandar unos dolaritos a la familia”, provocando la desintegración familiar y el reclutamiento de muchos jóvenes migrantes por las asociaciones delictivas.
A pesar de esos problemas y muchos otros, se da cuenta en una de las lecturas del orgullo que sentimos de ser mexicanos. Cómo al estar lejos de nuestro país, anhelamos y sentimos el sentido de pertenencia a este país. Eso se refleja en el futbol, utilizado como un escape en el que se ponen las esperanzas de sentirnos mejores, si la selección mexicana gana, y como las personas de otros países se identifican con alguna selección que pueda tener la oportunidad de ganar, para ellos sentirse “ganadores”.
También se toma al futbol como una oportunidad para compartir con las personas contrincantes, y hacer amistad y lazos con personas diversas. Disfrutar las buenas jugadas como tales y sentirse “felices”.
Lo malo es que nuestra selección tampoco gana. Digo con las mejores selecciones del mundo, porque siempre hay peores que la nuestra, con las cuales siempre “ganamos”, pero cuando empezamos a concursar con las más buenas, es seguro que perderemos.
Como dice la mosca “andamos arando”. Me incluyo en el equipo. Pero creo que así es, todos vamos en el mismo barco, si no hay un desarrollo económico, social, político, cultural,… deportivo, no vamos a ser el “el mejor” país, o selección o mundo.
El escenario deseable es que no haya violencia, ni narcotráfico, que todos tengamos trabajo, que nadie tenga necesidad de irse de su lugar a trabajar a otro lado, que la policía no sea corrupta, que la selección gane, que tengamos justicia social.
El escenario posible a mediano plazo, después de un plan nacional de desarrollo con propósitos verdaderos de mejorar las condiciones de todas las personas del país, es que se termina la violencia, después de que termine esta administración en el 2012, y que el desarrollo del país no dependa de los planes de seguridad de los Estados Unidos, aunque no se en cuanto tiempo, con una estrategia muy bien configurada, se puedan deshacer los compromisos que el actual presidente ha hecho con Estados Unidos. Creo que están a punto de intervenir militarmente en nuestro país, con el pretexto del narcotráfico.
Las trasnacionales están viniendo a nuestro país indiscriminadamente, y los estados como el nuestro ve en ellas una solución al desempleo, eso solo nos lleva a depender más del exterior. Tal vez con la reforma en la Educación que se está proponiendo, donde se habla de competencias para la vida, la utilización de la tecnología, el desarrollo integral del alumnado, y el cambio de los paradigmas en la educación se pueda impulsar el cambio en la actitud del mexicano de ser seguidor y dependiente. Esto producto de la Educación mecanicista y conductista que se ha impartido en los años pasados, y que según algunos autores con toda la intención de formar obreros y personal necesario para la fuerza de trabajo necesaria para el Sistema Capitalista. En donde el tercer mundo, al cual pertenecemos es el que provee esa fuerza de trabajo a las trasnacionales donde los dueños pertenecen al primer mundo.
Según algunos autores México debe comenzar a desarrollar su propia tecnología si quiere entrar en la competencia mundial, y elevarse al primer mundo.
Eso es muy difícil, pero no imposible. Como en el futbol, se necesita una verdadera convicción patriótica de los dueños del dinero, de los dueños de los equipos de futbol, de las televisoras, para invitar a los más capaces, ponerles el mejor entrenador, implementar las mejores técnicas, medirse ante adversarios poderosos, tener tiempo de equivocarse y corregir errores, construir un equipo ganador verdaderamente.
Y es lo mismo con respecto a los problemas del país, hace falta un plan de desarrollo, el cual sea respetado más de un sexenio, donde todas las fuerzas del país, políticas, económicas y sociales se pongan de acuerdo, para trabajar llevando a cabo las estrategias propuestas en ese plan.
En realidad, eso es casi imposible, pues las fuerzas políticas tienen como fin acabar con el adversario, los poderosos de nuestro país buscan su mayor beneficio, y los diputados están a su servicio. Creo que esta generación ya se perdió, pero tal vez en 30 años, halla una nueva generación, con actitud de trabajo en equipo y sabedora de las nuevas tecnologías, gracias al trabajo de un Sistema Educativo renovado.
Siempre hay que tener esperanza, pues es la que da fuerzas para la acción.
Pero también hay que cambiar de paradigmas, de modelos a seguir, es tiempo de desarrollarse tal como somos, no de compararnos con los otros, de querer ser como ellos. No todos tenemos el mismo camino para llegar a la plenitud o "felicidad". Hablo de los países. Hablo de no seguir recetas, si podemos aprovechar las experiencias de otros, pero es indispensable hacer un plan propio, de seguir estrategias propias, de analizar nuestra identidad y a partir de ella hacer una diagnosis, para saber cuales son los alcances de nuestra gente. Cómo podemos dar un paso al mejoramiento de nuestras condiciones, uno a la vez. Y plantear un camino único de desarrollo, según nuestras fortalezas y debilidades como país. Y debiera ser como estado y como municipio. Tiene que ser un desarrollo local muy específico. No depender del exterior mas que para negociar, ni de la Virgen de Guadalupe para que remedie nuestros errores. Es hora de tomar responsabilidad de nuestro puesto en este lugar.
